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martes, 14 de septiembre de 2010

A los que no aman



Sólo existe algo peor que los países dominados por dictaduras fanáticas e injustas, y son las dictaduras fanáticas e injustas que viven en núcleos de países democráticos. Por ello quiero dedicar este texto, artículo, carta o reivindicación de la verdadera naturaleza humana a aquellos que no aman, no porque no puedan sino porque no les dejan.

A ustedes que no pueden enamorarse, que no pueden tener relaciones sexuales, a ustedes que viven en una dictadura constante. ¿Hasta que punto pueden encontrarle sentido a todo a lo que reniegan? ¿Enserio piensan que Dios, sea cual sea, no quiere que se desarrollen como él los creo? ¿A caso creen que su religión tiene más sentido que aquello que sienten? Alguien les ha dicho a partir de un determinado momento que su vida no les pertenece, que ni siquiera pertenece a aquel que les creo, simplemente pertenece a unos valores artificiales que no pueden comprender y que carecen de toda lógica.
A los que no aman no porque no sepan sino porque no pueden. No sigan creyendo que una tradición puede decirle con quién pueden hablar, a quien tienen que respetar, que cine pueden ver, que arte pueden completar, que pueden sentir... Dejen a un lado el dolor y el arrepentimiento y comiencen simplemente a vivir, a vivir bien pero a vivir. Me dan un terrible miedo cada vez que les leo en los diarios conservadores, hablan como un absurdo robot que no tiene la opción de pensar, hablan como habla una persona programada y acaban insultando a la lógica y al mundo en que vivimos.
A ustedes que tiene que renunciar al amor, no porque lo deseen sino porque les obligan. Cuando salen de sus casas o cuevas, caminan por la calle igual que otros millones de personas pero realmente no existen en su mismo plano porque no tienen libertad. Ya sea porque lleven un velo, hijab, habito, alzacuellos o simplemente una cruz encima que no les deja levantar la cabeza y poder mirar al horizonte, donde puede que encuentren algo que realmente les realice como los seres humanos, emocionales y enamoradizos que realmente son.
Créanme, porque estoy casi convencido, que Dios no les está pidiendo eso. Y en segundo lugar también créanme que si el cielo existe debe ser gratis así que por favor dejen de robarnos.