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lunes, 6 de septiembre de 2010

El culebrón de Madrid



Estimados adversarios de la izquierda, la derecha y conciudadanos de prensa rosa de la política española. Siento escribir estas líneas y acabar con vuestras esperanzas de ver romperse o por lo menos debilitarse al partido socialista.

Los políticos especialmente la derecha espera ver como él más fuerte y el más viejo referente de la izquierda parlamentaria se hunde para las autonómicas. El resto de la izquierda incapaz de ver sus errores esperan que se hunda para reclamar su puesto sin merecerlo y haciéndolo responsable de todos los sacrificios de la clase obrera española de la transición. Sin fijarse que esos sacrificios fueron realizados por todos y por decisión de la mayoría de la clase obrera iniciada por la reforma ideológica de Carrillo y su eurocomunismo.

En cuanto a los segundos es notorio su gran interés en ver y desacreditar a los partidos políticos especialmente a los que dirigieron la transición política. Que no pueden tener una discrepancia sin escindirse. Buen ejemplo son las discrepancias televisadas entre González y Guerra o las de Camps con el resto del PP Valenciano. Con el PSOE tienen además una relación muy especial, pues este se ha mostrado único en romper sus vaticinios, defendiendo las tesis de la división socialista durante la transición, tesis que no es cierta. En el congreso de Suresnes el PSOE reúne a los delegados de todo el partido, Tierno y Felipe entorno a Martínez Cobos y Nicolás Redondo derrocan a Fernando Llopis. Liderando la denominada sección del interior de la península. Demostrando que eran un único partido clandestino que operaba en dos direcciones que deben de reunirse para afrontar la nueva etapa que Suárez ha abierto. Sin contar la de discrepancias que este partido ha afrontado sin romperse, dándoles un pasmo de narices, no es de extrañar que suspiren por nuestra caída. Mas aun cuando han lanzando una tesis de regeneración política en la que los partidos que dirigieron la transición han desaparecido o se han renovado (Ej. son UCD diseminada entre el PP y PSOE y el comunismo reorganizado en varios grupúsculos diseminados en IU y PSOE y otras coaliciones regionales) o reformado. mientras el PSOE solo ha cambiado en las caras en los lideres y en que ha perdido su posición ideológica siguiendo la línea iniciada por Felipe González en el congreso del 78.
Así que hemos de estar tranquilos, unas primarias en Madrid no nos destruirán como tampoco lo han hecho las primarias generales del 2000 entre Borrell y el secretario general del momento, como tampoco la discrepancia de la izquierda socialista. Todo esto solo nos ha hecho más fuertes y reforzar nuestra democracia interna.

En tanto el conflicto surgido en el seno de la organización regional de Madrid con la ejecutiva federal. No se trata de nada novedoso ni de un punto de fricción o discrepancia. Se trata de un conflicto recurrente surgido de la existencia de una estructura regional y otra federal del partido, por la disparidad de intereses de las ejecutivas a nivel regional y nacional. La misma disparidad que surge en los estados con fuertes poderes regionales entre los estados federales y el estado central.

Este conflicto se basa en el desacuerdo que se da entorno a la conformación de las listas autonómicas de la Comunidad de Madrid y en especial a quien como cabeza de lista se promocionan como candidatos a la presidencia. Su solución radicaría en un la resolución del congreso potenciando las atribuciones del órgano. Sin embargo la imagen de unidad del partido y el respaldo al líder del partido o su ejecutiva suelen anteponerse incluso a la democracia interna del partido. Cosa que debe de ser inherente a cualquier formación política que quiere reconocimiento de nuestro régimen. Por eso creo que la practica de las primarias, tanto en el año 2000 en el que Almunia compitió contra Borrel por la candidatura a nivel nacional, como ahora, refuerzan la democracia interna del partido, siempre y cuando no armemos un foyón y el aparato se abstenga de una intervención directa. Además siempre viene bien que nuestros candidatos obtengan propaganda gratis y presentar su persona como un ganador de elecciones.