extraído de miguelsuarezdice.blogspot.com
Por muchos avances que hayamos conseguido en los últimos años, el balance que podemos hacer en el día de la mujer es que aún es necesarios reivindicar el fin de las desigualdades que aún existen en nuestra sociedad. Estas desigualdades son causadas por muchos colectivos que aún se empeñan en mantener la herencia machista del franquismo. Comenzando por la simple jerarquía eclesiástica que desprecia a la mujer y aboga por la superioridad masculina tanto en las funciones internas de la Iglesia como en la organización social. Este segundo aspecto es el más trágico ya que su machista opinión de la organización social la transmiten a través de la educación en los colegios religiosos, a través de su cadena de radio y en todas las organizaciones educativas, sanitarias y sociales en las que participan o controlan. Pero no es la Iglesia la única causante de las desigualdades sociales. Este mismo fin de semana hemos asistido a ese repetitivo acto de pancartas, rimas y payasadas que los antiabortistas se empeñan en llevar a cabo de vez en cuando. Su principal fin es impedir la efectividad de una ley y de un paso fundamental para la liberación femenina. A este conglomerado de conservadurismo se une toda aquella clase empresarial que aún discrimina, aquellas mujeres educadas en la inferioridad y aquellos salvajes que atacan a sus parejas. Por todo ello, es fundamental que en el día de la mujer se siga exigiendo la lucha por la igualdad para que el año que viene podamos decir que por fin es absoluta.
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