extraído de verderojopamplonés.blogspot.com
Pongamos que hablamos de cultura, de su presupuesto y de esos detalles que lo hacen como el más descriptivo de los últimos años. Y de que ha tenido que ser el PSN quien lo vista de seda, porque mona, lo que es mona, se queda.
Cada año, por Sanfermín, al abrir el programa de fiestas la primera vez, ilusionados por pasar todos y todas unas fiestas alegres y que nos dejen un buen sabor de boca, asistimos incrédulos de cómo se descuida hasta lo más característico de nuestra capital. Grupos, actos, y la programación en sí, se estancan año a año. Se silencian ideas, posibilidades, nuevas formas de mantener una fiesta tradicional como es ésta, en un siglo XXI en donde lo original de su cultura lo ha heredado mismamente de las formas con las que ha nacido del siglo anterior.
Un partido empeñado más en mantenerse que en lo que es la labor de un Gobierno: gestionar, hacerlo bien, y asegurar un futuro más estable y digno, que en hacerlo realmente. Preocupándose en si los reyes magos en Corella han salido con las Juventudes Navarras dejan en evidencia que optan por politizar la tradición cristiana, que es de todos, pero también que siguen como meros observadores, desde la altura, de las necesidades de los demás.
Podrían politizar el presupuesto, que también es de todos. Y hacer carrozas bonitas, para que las vea todo el mundo, con luces que sean como la ampliación de Sancho el Mayor de Tafalla que ha presupuestado el psn, a que pongáis luces de colores y equipar centros de FP y subvencionar a los jóvenes empresarios, como hacemos los socialistas. Y pasear la carroza por Cabanillas, Berbinzana y Viana, por la que la carroza del PSN ya ha pasado, marcando cuál es la polític apor la que apuesta, que es en la que realmente se le tiene que ver a un partido de gobierno. Y éste, desgastado y confortado en algunos de los aciertos pasados, este partido, que es UPN propone como relevo a su más perfecta representación de la cultura gris, el cuidado social más tenebroso de los últimos años y la construcción a base de hormigón y no a ideas, construyendo para todos y asegurando futuro y calidad de vida.
Barcina en particular, se comprometió en elecciones a rebajar el precio a los jóvenes en lugares como el Baluarte, como ejemplo perfecto de que su único punto de vista es rebajar en su ocio dirigido, en el ocio que plantea mientras muchos de los jóvenes culturalmente hablamos un idioma completamente diferente.
Y cuando esto ocurre, es porque la política conservadora para una sociedad como la navarra carece de ideas que complementen el excesivo desarrollo a base de ladrillo del que se ha jactado durante todos estos años,
A todo esto, el PSN enmienda quinientos mil euros a Cultura, para que en torno a veinte mil jóvenes, comprando un bono, podamos gastárnoslo en cualquier tipo de acto cultural en Navarra. Y aún va más allá y hace que un autobús nos pueda acercar desde cualquier parte de la geografía navarra a ese evento.
Y es que ahora, como en Castejón, queremos que se presupueste y subvencione la cultura sin dirigirla.
Mientras que en otros pueblos en los que ha entrado la derecha a hablar de cultura lo ha hecho como en un paloteado, desgastandola y riéndose de ella, los jóvenes creémos que lo que nos merecemos es una Cultura Libre, planteando programas de cultura en el que el joven, por joven y por receptor, debería ser escuchado y empujado en su formación cultural, no tutelándolo, no señalándole el camino de la cultura del dedo índice, la del porque yo la quiero así.
Debería abrirse a la sociedad, los centros públicos, las escuelas y los teatros, y el presupuesto que las sustenta para que en el siglo XXI, entremos, como navarros también, con una tradición de cultura libre que se parezca un poco a la de tiempos que se tienen que recordar.