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sábado, 14 de noviembre de 2009

Editorial PlumaRoja@Nov09



Últimamente no hacemos más que enterarnos de nuevos casos de corrupción, de espionaje político, descalificaciones varias y tremendismo. Estas noticias no hacen más que crear una imagen de la política como una especie de parásito democrático que nos hemos autoimpuesto y que hacen de ello una profunda desafección entre la ciudadanía y la política.

La política es una estructura, un instrumento de la sociedad, una arquitectura social que permite la participación democrática de todos los ciudadanos. En el fondo, todos somos políticos. Todos tenemos opinión sobre el EEES, el aborto, vivienda, empleo y demás temas que van surgiendo en la evolución social, y si todos tenemos valoraciones y reivindicaciones, todos podemos y debemos participar activamente en política.

La política es el proceso de toma de decisiones que hace que se establezca la calidad de vida, el nivel de desarrollo y los valores y principios por los que queremos que se sustente nuestra sociedad. Por tanto, la política es también el arte de vislumbrar lo que ocurrirá en un futuro y plantear respuestas a esos desafíos. La política está al servicio del ciudadano.

Unos creemos que la política es esa gran arma pacífica que hace que sean las mayorías las que tomen las decisiones y no unas pocas oligarquías. Y antojo que es por eso por lo que últimamente estamos asistiendo a este espectáculo esperpéntico en el que se trata de demonizar a un gran grupo de personas tachándonos de corruptos, aprovechados e hipócritas. Unos tratamos de que se respete el valor de la política porque es lo que ha permitido modernizarnos y que tengamos más derechos y libertades para todos.

Otros, sin embargo, tratan de desestabilizar gobiernos aliados con los nacionalismos que tanto han insultado, tratan de ganar favores, miran para otro lado para ocultar trapos sucios, no reconocen al ganador de unas elecciones y generan desconfianza sobre la crisis en lugar de arrimar el hombro. No se paran a pensar que todas esas actuaciones negativas desde su posición política hacen que la ciudadanía sienta distancia de lo único que tienen para que no decidan unos pocos y para los de siempre.

Por eso, porque sé de lo importante que es para todos y, sobre todo para los que no tienen de todo, reivindico el valor de lo que nos hace fuertes a la mayoría. El valor de LA POLÍTICA.